domingo, 27 de septiembre de 2015

Tibia y Peroné

La Tibia es un hueso largo, voluminoso, que ocupa la porción antero-interna de la pierna y recibe el peso del cuerpo desde el hueso fémur y lo transmite al pié por medio del hueso astrágalo.
Presenta, como todo hueso largo, dos epífisis y una diáfisis. La epífisis superior participa sola en la articulación de la rodilla mientras que la epífisis inferior comparte la articulación del tobillo con la epífisis inferior del hueso peroné.

La EPÍFISIS SUPERIOR es voluminosa y maciza, algo proyectada hacia atrás. Tiene forma de pirámide triangular invertida, estando su vértice orientado hacia la diáfisis y su base es la CARA SUPERIOR, llamada MESETA TIBIAL, presenta 2 superficies articulares horizontales, ligeramente excavadas, que reciben a los cóndilos femorales, son las CAVIDADES GLENOIDEAS MEDIAL Y LATERAL, la medial es mas larga y excavada, la lateral es mas extendida en sentido transversal. Cada una de ellas presenta un borde periférico semicircular, los cuales en la parte central de la meseta, ambos bordes se elevan para formar los respectivos TUBÉRCULOS MEDIAL Y LATERAL. En conjunto, ambos tubérculos forman la ESPINA DE LA TIBIA, por delante y por detras de la cual se encuentran las SUPERFICIES PREESPINAL y RETROESPINAL respectivamente (ambas comprendidas entre las 2 cavidades glenoideas).
Las cavidades glenoideas están soportadas por las TUBEROSIDADES TIBIALES MEDIAL Y LATERAL, que se perciben como salientes en la parte lateral de la epífisis superior.
La tuberosidad lateral presenta posterolateralmente una cara articular, redondeada u oval, es la CARA ARTICULAR PARA EL PERONÉ. 
En la parte anterior se observa una importante prominencia denominada TUBEROSIDAD TIBIAL ANTERIOR, lateralmente a la cual se encuentra una pqeueña protuberancia, el TUBÉRCULO DE GERDY donde se inserta la fascia lata. 
Entre las tuberosidades tibiales anterior y medial hay una zona triangular, plana, de textura rugosa denominada PATA DE GANSO (ó pes anserinus)donde se insertan los músculos sartorio, recto interno y semitendinoso. 

La DÍAFISIS O CUERPO es de sección transversal triangular, su CARA ANTEROMEDIAL es subcutánea, superficial. Su CARA LATERAL es cóncava en su parte superior para hacerse convexa en la inferior, en tanto que la CARA POSTERIOR está atravesada por una saliente filosa que transcurre de arriba hacia abajo y de lateral a medial, es la LÍNEA PARA EL SÓLEO, que da inserción al músculo del mismo nombre. 
El BORDE ANTERIOR tiene forma de S itálica, está muy expuesto a traumatismos debido a su ubicación aterior superficial y subcutánea. El BORDE MEDIAL es poco marcado arriba y mas saliente abajo. El BORDE LATERAL, llamado BORDE INTERÓSEO, da inserción a la membrana interósea. Dicho borde se bifurca en la parte mas inferior para circunscribir, ya en la epífisis inferior, a la cara articular para el peroné.

EPÍFISIS INFERIOR:
La epífisis inferior es notablemente mas pequeña que la superior. Participa en 2 articulaciones: la tibiotarsiana y la tibioperonea inferior. 
Tiene forma de pirámide cuadrangular en al que se describen su cara inferior o base, y sus 4 caras laterales.
Su CARA INFERIOR se articula con la tróclea del astrágalo por una superficie cuadrilátera, lisa y uniforme, cóncava de adelante hacia atrás y algo mas ancha lateral que medialmente. Una cresta anteroposterior roma la divide en dos vertientes que apoyan en la tróclea astragalina, la cresta se corresponde con la garganta de la tróclea. 
La CARA ANTERIOR es convexa y lisa, sin relieves óseos.
La CARA POSTERIOR está marcada por canales oblícuos orientados medialmente para el paso de los tendones de los músculos flexores plantares del pié y de los dedos.
La CARA LATERAL, orientada algo hacia atrás, presenta la superficie articular para la extremidad inferior del peroné.
La CARA MEDIAL está prolongada hacia abajo por el MALÉOLO MEDIAL, cuya cara medial, convexa y lisa es subcutánea, la cara lateral del maléolo es plana y es la continuación de la cara inferior de la epífisis inferior de la tibia y se articula con la cara medial del astrágalo. Su borde posterior presenta el CANAL MALEOLAR DE LA TIBIA para los músculos tibial posterior y flexor largo común de los dedos
Peroné
imagen
Enlace: peroné. 
Pincha sobre el enlace para ver el video de peroné.
El peroné está situado en la pierna, lateralmente con respecto a la tibia. Es un hueso largo y delgado que se articula con la tibia por sus dos extremidades.

EPÍFISIS SUPERIOR O CABEZA:
Presenta en su parte medial una CARA ARTICULAR plana redonda u oval para articularse con una similar ubicada en la tuberosidad externa de la tibia. Atrás se levanta el VÉRTICE O APÓFISIS ESTILOIDES en el que se inserta el músculo bíceps femoral. La cabeza está unida a la diáfisis a través de un adelgazamiento llamado CUELLO.

DIÁFISIS O CUERPO:
Es de sección triangular, con tres caras y tres bordes. Las caras presentan numerosas líneas y crestas destinadas a diferentes inserciones musculares. De los bordes, el mas agudo es el medial, llamado BORDE INTERÓSEO destinado a la inserción de la membrana interósea.

EPÍFISIS INFERIOR:
Forma el MALÉOLO LATERAL, tiene una ubicación mas posterior que el medial y desciende mas que éste.
Presenta en su cara medial una SUPERFICIE ARTICULAR que en la parte mas superior se encuentra en relación con la tibia, y en su parte mas inferior se articula con el astrágalo.
Atrás y lateralmente se observa una CANAL PARA LOS TENDONES PERÓNEOS.
Adelante y lateralmente es convexa, lisa y de localización subcutánea.
Abajo se adelgaza en punta formando el ÁPEX, que se divide en dos eminencias entre las cuales pasa el ligamento peróneo-calcáneo

Pie plano y Pie varo

Consideraciones anatomofuncionales Para llegar al conocimiento de las lesiones/deformidades y poder establecer medidas terapéuticas adecuadas, es necesario tener conocimientos anatómicos y funcionales precisos, que al mismo tiempo ayudarán a la búsqueda de un diagnóstico precoz. El pie, propiamente dicho, se describe desde la articulación del tobillo hasta los dedos. Los huesos del pie se ordenan en 3 segmentos: el proximal o retropié, constituido por el astrágalo y el calcáneo, que forman el tarso posterior, donde se encuentra la articulación subastragalina; el segmento medio, o mediopié, está integrado por el escafoides, cuboides y las 3 cuñas, que forman el tarso anterior, donde se encuentra la articulación mediotarsiana o de Lisfranc, y el segmento distal, o antepié, que está constituido por los metatarsianos y las falanges (fig. 1). El esqueleto del pie se mantiene mediante elementos de soporte, generalmente tendinosos o musculoligamentosos, y gracias a su elasticidad el pie puede adaptarse a todas las irregularidades del terreno1. Longitudinalmente considerado el esqueleto del pie se constituye en 2 columnas óseas (fig. 2): la columna medial, constituida por el astrágalo, el escafoides, los 3 cuneiformes y los 3 primeros radios, y la columna lateral, constituida por el calcáneo, el cuboides y los 2 últimos radios del pie. Ambas columnas se superponen en la articulación talo-calcáneo-navicular. La cabeza del astrá-galo se articula con el escafoides constituyendo lo que se ha denominado articulación distal del tobillo o Acetabulum pedis. En esa zona, la cabeza del astrágalo, es donde el pie realiza todos sus movimientos, de aquí la importancia de dicha articulación a la hora de comprender los movimientos del pie2. Movimientos del pie Para entender las deformidades del pie hay que analizar minuciosamente los parámetros: equino, talo, varo, valgo, abducción, aducción, pronación y supinación. Sólo a efectos de exploración clínica o de manera didáctica, se distinguen los siguientes movimientos en las distintas articulaciones del pie. En el tobillo, que es una articulación en mortaja, los movimientos principales son: flexión plantar y flexión dorsal o extensión. Existe un mínimo grado de movimiento lateral cuando el pie está en flexión plantar3. – Flexión plantar. Es el movimiento que discurre en un plano sagital y durante el cual la zona dorsal del pie, o parte de él, se aleja de la tibia. Ocurre sobre un eje derotación transversal (bimaleolar). El mantenimiento del pie en esta posición determina un pie equino (fig. 3). – Flexión dorsal o extensión. Movimiento que discurre en un plano sagital y durante el cual la zona distal del pie o parte de él se aproxima a la tibia. Igualmente ocurre sobre un eje bimaleolar. El mantenimiento del pie en esta posición determina un pie talo (fig. 4). En la articulación subastragalina se producen los movimientos de: – Inversión. Este movimiento sucede en un plano frontal, durante el cual la superficie plantar del pie se inclina (gira hacia adentro) mirando hacia el plano medio. El mantenimiento del pie en esta posición origina un pie varo (fig. 5a). – Eversión. Movimiento que tiene lugar en un plano frontal y durante el cual la superficie plantar del pie o parte de él gira hacia fuera, se aleja del plano medio. El mantenimiento en esta postura determina un pie valgo (fig. 5b). En el antepié, en la articulación mediotarsiana, tienen lugar los movimientos de aducción y abducción (fig. 6). – Aducción. Movimiento sobre un plano transverso, en el que la parte distal del pie se desplaza o aproxima hacia la línea media del cuerpo. Ocurre sobre un eje vertical de rotación. El mantenimiento en esta posición da lugar a un pie adductus o en aproximación.– Abducción. Movimiento que tiene lugar sobre un plano transverso, durante el cual la zona distal del pie se desplaza o aleja de la línea media del cuerpo. Si el pie se mantiene en esta posición se origina un pie abductus o en separación. Los movimientos del pie no son puros, de tal manera que los del tobillo se complementan con los de la articulación subastragalina y la articulación mediotarsiana, según un eje helicoidal, dando lugar a: – Supinación. Se efectúa sobre 3 planos y consiste en el desplazamiento simultáneo del pie en flexión plantar, inversión y aducción (fig. 7a). – Pronación. También se efectúa sobre 3 planos y consiste en el desplazamiento simultáneo del pie en flexión dorsal, eversión y abducción (fig. 7b). En las tablas 1 y 2 se diferencian las deformidades de los movimientos del pie y se reflejan la descripción y localización anatómica de los mismos2

Pie cavo Es el pie que presenta un aumento anormal de la altura de la bóveda plantar en el mediopié por flexión acentuada de los metatarsianos. Es una entidad compleja dada la diversidad etiológica, su diferente evolución y sus múltiples formas de tratamiento. La edad de presentación está entre los 8-12 años, aunque en ocasiones está presente al nacer con el primer dedo en garra9. Raramente idiopático, la mayoría de las veces (80%) asociado a una causa neurológica (ante todo, hay que buscar una lesión del cono medular que se acompaña, a veces, de una enuresis nocturna, o de un nevo en la región lumbar); a una enfermedad heredodegenerativa tipo Charcot-Marie-Tooth, o a una malformación lumbosacra (espina bífida oculta, espondilolístesis). Clásicamente el pie cavo comporta (fig. 12): – Un aumento del arco plantar con convexidad del dorso del pie que progresa con la edad de forma lenta de los 5 a los 11 años. – Un varo de calcáneo (raramente valgo). – Garra de los dedos con horizontalización del astrágalo. Clínicamente existen trastornos en la marcha, con tensión permanente y contractura dolorosa en la planta del pie, metatarsalgias y durezas en la zona de la cabeza de los metatarsianos y con dificultades para el calzado por la garra de los dedos y la joroba del dorso del pie.
Al comienzo, la deformidad es flexible ya que puede ser corregida mediante la simple elevación del antepié. Antes de los 5 años de edad no precisan tratamiento, pues el niño no se queja de nada y la deformidad del pie es inaparente. Los pies cavos con ligera alteración morfológica y sin trastornos funcionales nunca deben ser tratados quirúrgicamente. La cirugía sólo está indicada ante una deformidad grave, y de alguna manera incapacitante en adolescentes y adultos, o con evidencia de mala evolución en los niños, pues en éstos la deformidad y el trastorno funcional suelen ser muy discretos12. Pie plano Es un término genérico poco preciso que se utiliza para describir cualquier cuadro del pie en el que la bóveda plantar es demasiado baja o está desaparecida, creando un área de máximo contacto de la planta del pie con el suelo, el retropié presenta una deformidad en valgo y el antepié se encuentra abducido (fig. 13). La mayoría de los niños presenta un pie plano antes de los 3 o 4 años. Se considera que la bóveda plantar inicia su desarrollo a partir de los 4-6 años, en cuya formación influyen la pérdida de la grasa plantar, muy abundante en el pie del niño; la disminución de la laxitud ligamentosa; el aumento de la potencia muscular, y el desarrollo de una mayor configuración ósea. Todo ello se desarrolla con el crecimiento13. Como consecuencia de todo lo anteriormente dicho, el pie plano no es una condición necesariamente patológica y, sin embargo, esta deformidad es la causa de consulta más frecuente en la edad pediátrica6,14. Clasificación Hay que diferenciar diversos tipos de pies planos que, según sus características, presentan sintomatología o tratamientos diversos: rígidos, neurológicos y flexibles.
– Pies planos rígidos: aquellos que no son susceptibles de modificación pasiva. Corresponden a alteraciones congénitas, como el astrágalo vertical congénito, o del desarrollo, como las coaliciones tarsales. – Pies neurológicos: son los que se presentan secundariamente a desequilibrios neuromusculares graves. Las causas suelen ser: la parálisis cerebral y la espina bífida. En estos casos el plan terapéutico difiere entre procedimientos estabilizadores (cirugía) y movilizaciones (rehabilitación). – Pies planos flexibles: son aquellos que presentan recuperabilidad morfológica, tanto activa como pasivamente. Excepcionalmente sintomáticos, constituyen la mayoría de los pies planos de los niños (90%)15. En este grupo se incluyen los pies calcáneo valgos, los pies planos laxos y los pies planos con el tendón de Aquiles corto14,16. El pie calcáneo valgo es el precursor, según Giannestras15, del pie plano17. No es un pie propiamente plano, ya que su aparición es en el recién nacido y en el lactante; por tanto, en niños que no han iniciado la marcha. La tendencia habitual de su evolución es hacia la corrección espontánea. En los casos en que la evolución no es favorable, deben ser tratados mediante manipulaciones y aplicación de yesos correctores para conseguir la flexión plantar y la eversión del pie. El pie plano laxo infantil es la forma más frecuente de presentación del pie en patología infantil. La sintomatología dolorosa es excepcional. Suelen ser niños obesos, hiperlaxos, habiéndose considerado que la debilidad muscular16 sería la responsable del pie plano, pero estudios electromiográficos han desmentido esta aseveración; suelen acompañarse de alteraciones torsionales y angulares de los miembros inferiores como genu valgo, generalmente fisiológico. El examen del pie hay que realizarlo en apoyo estático y durante la marcha, tanto de talón como de puntillas, lo que nos proporcionará información sobre la rigidez, ladeformidad y la tensión del tendón de Aquiles. Debe observarse de frente (antepié en abducción), de perfil (desaparición del arco plantar) y por detrás (valgo de calcáneo)14,16 (figs. 13a-c). Existe un examen complementario llamado test de Jack que se realiza produciendo una hiperextensión pasiva del dedo gordo, con el niño en bipedestación. Esta prueba, junto con la marcha de puntillas, puede evidenciar la reaparición del arco plantar y descartar, así, un pie plano rígido. Al iniciar el tratamiento hemos de considerar una serie de aspectos: la edad del paciente, la intensidad de la deformación, la repercusión en el calzado y la existencia o no de síntomas (dolor plantar, disconfort, molestias en pantorrilla, etc.)15, 17. Se han realizado estudios para poder evaluar los resultados comparativos de los diversos tratamientos y ha sido manifiesta la ausencia de sintomatología en niños de paí- ses con etnias que caminaban descalzos18,19. Otros estudios comparativos, durante 3 años, de grupos control con grupos de niños menores de 6 años tratados con plantillas de cazoleta, grupos tratados con calzado y grupos tratados con plantillas de molde no han evidenciado diferencias en los resultados finales entre ninguno de ellos. Todo ello confirma el criterio de que las plantillas no corrigen un pie plano, pero sí pueden ayudar a equilibrarlo y evitar que sean dolorosos. En cuanto a calzados, se aconseja utilizar calzados flexibles, que sujeten retropié y que permitan estimular el desarrollo muscular y la función dinámica del pie. Es necesario insistir en la nula indicación de la cirugía de un pie plano estático asintomático.

Escoliosis



La palabra escoliosis deriva del griego “skoliosis”, que significa sinuoso o curva. En medicina se utiliza para definir una deformidad compleja de la columna vertebral común a muchas causas y, en ciertas ocasiones, la única expresión de una patología subyacente. 
La columna vertebral es una estructura armónica, que, vista desde los perfiles presenta curvas anteriores y posteriores fisiológicas (lordosis cervical, cifosis dorsal y lordosis lumbar). Vista desde atrás tiene que parecer una línea recta desde la base del cuello hasta el sacro (algunos autores admiten como fisiológica una curva lateral menor de 10º), Fig. 1.
 
¿Qué es la Escoliosis?
 Fig.1

La escoliosis es una desviación tridimensional de la columna en los planos: frontal (desviación lateral), horizontal (rotación vertebral) y sagital (aumento o disminución de las curvas fisiológicas). Un paciente con escoliosis visto desde atrás puede presentar una o más curvas anormales. Fig. 2 Usualmente el desarrollo de una escoliosis comienza en forma gradual y sin dolor, por lo cual existen curvas importantes que pueden aparecer antes de que el paciente y/o parientes puedan darse cuenta. En alguno de los casos la escoliosis no empeora y el paciente sólo necesita controles periódicos. En pacientes con curvas escolióticas más severas que continúan avanzando, posiblemente requieran utilizar corsé o realizar cirugía de la misma.

 ¿Qué es la Escoliosis?La palabra escoliosis deriva del griego “skoliosis”, que significa sinuoso o curva. En medicina se utiliza para definir una deformidad compleja de la columna vertebral común a muchas causas y, en ciertas ocasiones, la única expresión de una patología subyacente. 
La columna vertebral es una estructura armónica, que, vista desde los perfiles presenta curvas anteriores y posteriores fisiológicas (lordosis cervical, cifosis dorsal y lordosis lumbar). Vista desde atrás tiene que parecer una línea recta desde la base del cuello hasta el sacro (algunos autores admiten como fisiológica una curva lateral menor de 10º), Fig. 1.
 
¿Qué es la Escoliosis?
 Fig.1

La escoliosis es una desviación tridimensional de la columna en los planos: frontal (desviación lateral), horizontal (rotación vertebral) y sagital (aumento o disminución de las curvas fisiológicas). Un paciente con escoliosis visto desde atrás puede presentar una o más curvas anormales. Fig. 2 Usualmente el desarrollo de una escoliosis comienza en forma gradual y sin dolor, por lo cual existen curvas importantes que pueden aparecer antes de que el paciente y/o parientes puedan darse cuenta. En alguno de los casos la escoliosis no empeora y el paciente sólo necesita controles periódicos. En pacientes con curvas escolióticas más severas que continúan avanzando, posiblemente requieran utilizar corsé o realizar cirugía de la misma.

 ¿Qué es la Escoliosis?
 Fig.2
 
¿Cuál es la causa de escoliosis?
La mayoría de los casos son de causa no conocida y son referidas como Escoliosis Idiopáticas. La palabra idiopática significa que la causa es desconocida. Algunos estudios sugieren que la herencia desempeña un papel importante en el desarrollo de la misma. Pacientes con patologías agregadas, como defectos en la formación espinal, lesiones en el Sistema Nervioso Central o patologías musculares (Parálisis Cerebral o Distrofias Musculares), anormalidades cromosómicas (Síndrome de Down), pueden también desarrollar escoliosis.
La escoliosis no es contagiosa. No es causada por la falta de calcio, mala postura, dieta, ejercicios, pies planos o por el uso de mochilas pesadas. Nada que el paciente haya hecho o que los padres no hayan hecho, causa escoliosis.

¿Quién puede tener escoliosis?
Cualquiera puede tener escoliosis. Cada 1000 chicos, tres a cinco pueden desarrollar curvas lo suficientemente severas para requerir tratamiento. Ocasionalmente pueden comenzar en la infancia o antes de los 10 años de edad y raramente comienza en los adultos. En la mayoría de los casos, la escoliosis es detectada en la adolescencia. Las adolescentes mujeres son más frecuentemente afectadas que adolescentes hombres. La chance de desarrollar escoliosis se incrementa si hay historia familiar de la misma.
¿Cómo se diagnostica la escoliosis?
Aunque en algunas ocasiones es la familia la que detecta en el niño o en la niña algunos cambios morfológicos del tronco, la detección de una curva escoliótica se realiza generalmente en la consulta del Pediatra de atención primaria o en los programas de reconocimiento escolar o de controles específicos de detección de cifoescoliosis.
Algunas curvas pueden ser vistas cuando el paciente está parado, otras no pueden ser vista hasta que el/la paciente se incline hacia adelante. 
Además de la curva espinal se pueden ver signos sugestivos de una posible escoliosis:
- Desnivel de los hombros.
- Asimetría de escápulas.
- Pinzamiento o borramiento del pliegue del talle de la cintura.
- Asimetría de los pliegues glúteos y poplíteos.
- Desequilibrio de la pelvis.
- Dismetría de las extremidades inferiores.
- Desequilibrio de la columna.
- Gibosidades en la región dorsal o lumbar. Fig. 3
 
 ¿Qué es la Escoliosis?
Si se sospecha escoliosis será necesario examinar la espalda. Se solicitaran radiografías para confirmar el diagnóstico y para medir el grado de deformidad que presenta.
¿Cómo se trata la escoliosis?
El tratamiento de la escoliosis depende de muchos factores, como del grado, la forma y la localización que la curva escoliótica presenta, la edad, el grado de maduración ósea y los cambios que presenta la curva con el tiempo. No todos los casos de escoliosis son iguales. Cada paciente recibirá el tratamiento mas apropiado. 

Si la curva escoliótica es leve (menor de 20º), probablemente no necesite tratamiento, se indicarán controles periódicos para estar seguros de que la curva no progrese hasta que termine el crecimiento. En el periodo de crecimiento más activo los controles serán mas seguidos (cada 4 meses). Para las niñas, el periodo de crecimiento más activo ocurre durante el año previo y aproximadamente un año después de haber menstruado. En los niños ocurre entre los 12 y 16 años. 

Los pacientes que tengan curvas que continúan progresando se les indicará el uso de Corsé. Este solamente se usa en niños/as y adolescentes que están en crecimiento. El corsé no cura la escoliosis. Sin embargo el tratamiento con corsé ha demostrado ser la técnica conservadora más eficaz y que evita en la mayoría de los casos la progresión de la curva si se usa correctamente. Si se le indica el uso del corsé, el paciente lo tendrá que utilizar hasta que deje de crecer o que la curva escoliótica se encuentre estabilizada. En algunas situaciones puede seguir progresando a pesar de su uso correcto.

El tratamiento quirúrgico de una escoliosis idiopática está indicado en curvas avanzadas o cuando no responden al tratamiento conservador.
¿Por qué se trata la escoliosis?
El tratamiento de la escoliosis puede llevar varios años. Sin embargo ésta debe ser tratada por varias razones. Su tratamiento puede ayudar a prevenir complicaciones en el futuro. Las curvas espinales tienen más chance de progresar si no son tratadas cuando el paciente todavía está en crecimiento. Si no se trata los cambios físicos causados por la progresión de la curva, empeoran, haciéndose más notorios. La escoliosis generalmente no duele durante la juventud y en la adolescencia. Si ésta progresa el paciente podrá sentir dolor en la adultez.

En casos más avanzados de escoliosis, la columna empujará las costillas hacia afuera de su posición anatómica y se reducirá el espacio donde se encuentra el corazón y los pulmones. También pueden desarrollar inflamación y artrosis de la columna. Para prevenir que ésto ocurra o que empeore, el tratamiento quirúrgico será indicado.
La cirugía de Escoliosis
La cirugía de Escoliosis es una operación que presenta un alto porcentaje de éxito, cuyo objetivo principal es detener la progresión de la curva escoliótica.

El Centro de Escoliosis del Hospital Italiano (CEHIBA), creado en el año 1970, con más de 30 años de trayectoria, se dedica con exclusividad al tratamiento de las escoliosis. Actualmente se llevan a cabo en el servicio más de 40 cirugías anuales.

La cirugía de escoliosis consiste básicamente en fusionar la columna vertebral que se encuentra comprometida por la deformidad. Generalmente ésta cirugía se realiza a través de una incisión en la espalda. Para poder fusionar la columna vertebral se extraerá hueso de la pelvis del paciente y se colocará en la columna vertebral. A su vez para obtener la corrección de la deformidad, se colocará barras de acero o titanium, ganchos, tornillos o alambres (prótesis) para sostener la columna hasta que la misma se fusione con el hueso extraído de la pelvis. La instrumentación se deja en el cuerpo inclusive una vez lograda la fusión, para evitar otra cirugía.
El crecimiento del área de la columna comprometida en la fusión dejará de crecer. Esto no afectara drásticamente la altura del paciente, debido, a que el mayor crecimiento ocurre en los huesos de las piernas.

La cirugía de escoliosis es una de las más largas y más complicadas en Ortopedia. Lleva varias horas en realizarla. La hospitalización es prolongada, y algunas actividades estarán restringidas por varios meses.

Por todo esto existen complicaciones inherentes a lo anterior, sangrado, infecciones, dolor, lesiones neurológicas, artrosis y degeneraciones discales. En algunas ocasiones otra cirugía es necesaria para corregir dichos problemas.
Si se le indica cirugía, usted deberá realizar exámenes pre-quirúrgicos que incluyen evaluación clínica, set de radiografías de columna, Resonancia Magnética de cerebro y de toda la columna vertebral, análisis de sangre, Electrocardiograma, consulta con Hemoterapia y consulta con Anestesia. Usted deberá presentar a su médico todos estos estudios y todos los otros realizados previamente que involucren a su columna, para lo cual se le dará una cita especial.
     Fig.2
     
    ¿Cuál es la causa de escoliosis?
    La mayoría de los casos son de causa no conocida y son referidas como Escoliosis Idiopáticas. La palabra idiopática significa que la causa es desconocida. Algunos estudios sugieren que la herencia desempeña un papel importante en el desarrollo de la misma. Pacientes con patologías agregadas, como defectos en la formación espinal, lesiones en el Sistema Nervioso Central o patologías musculares (Parálisis Cerebral o Distrofias Musculares), anormalidades cromosómicas (Síndrome de Down), pueden también desarrollar escoliosis.
    La escoliosis no es contagiosa. No es causada por la falta de calcio, mala postura, dieta, ejercicios, pies planos o por el uso de mochilas pesadas. Nada que el paciente haya hecho o que los padres no hayan hecho, causa escoliosis.

    ¿Quién puede tener escoliosis?
    Cualquiera puede tener escoliosis. Cada 1000 chicos, tres a cinco pueden desarrollar curvas lo suficientemente severas para requerir tratamiento. Ocasionalmente pueden comenzar en la infancia o antes de los 10 años de edad y raramente comienza en los adultos. En la mayoría de los casos, la escoliosis es detectada en la adolescencia. Las adolescentes mujeres son más frecuentemente afectadas que adolescentes hombres. La chance de desarrollar escoliosis se incrementa si hay historia familiar de la misma.
    ¿Cómo se diagnostica la escoliosis?
    Aunque en algunas ocasiones es la familia la que detecta en el niño o en la niña algunos cambios morfológicos del tronco, la detección de una curva escoliótica se realiza generalmente en la consulta del Pediatra de atención primaria o en los programas de reconocimiento escolar o de controles específicos de detección de cifoescoliosis.
    Algunas curvas pueden ser vistas cuando el paciente está parado, otras no pueden ser vista hasta que el/la paciente se incline hacia adelante. 
    Además de la curva espinal se pueden ver signos sugestivos de una posible escoliosis:
    - Desnivel de los hombros.
    - Asimetría de escápulas.
    - Pinzamiento o borramiento del pliegue del talle de la cintura.
    - Asimetría de los pliegues glúteos y poplíteos.
    - Desequilibrio de la pelvis.
    - Dismetría de las extremidades inferiores.
    - Desequilibrio de la columna.
    - Gibosidades en la región dorsal o lumbar. Fig. 3
     
     ¿Qué es la Escoliosis?
    Si se sospecha escoliosis será necesario examinar la espalda. Se solicitaran radiografías para confirmar el diagnóstico y para medir el grado de deformidad que presenta.
    ¿Cómo se trata la escoliosis?
    El tratamiento de la escoliosis depende de muchos factores, como del grado, la forma y la localización que la curva escoliótica presenta, la edad, el grado de maduración ósea y los cambios que presenta la curva con el tiempo. No todos los casos de escoliosis son iguales. Cada paciente recibirá el tratamiento mas apropiado. 

    Si la curva escoliótica es leve (menor de 20º), probablemente no necesite tratamiento, se indicarán controles periódicos para estar seguros de que la curva no progrese hasta que termine el crecimiento. En el periodo de crecimiento más activo los controles serán mas seguidos (cada 4 meses). Para las niñas, el periodo de crecimiento más activo ocurre durante el año previo y aproximadamente un año después de haber menstruado. En los niños ocurre entre los 12 y 16 años. 

    Los pacientes que tengan curvas que continúan progresando se les indicará el uso de Corsé. Este solamente se usa en niños/as y adolescentes que están en crecimiento. El corsé no cura la escoliosis. Sin embargo el tratamiento con corsé ha demostrado ser la técnica conservadora más eficaz y que evita en la mayoría de los casos la progresión de la curva si se usa correctamente. Si se le indica el uso del corsé, el paciente lo tendrá que utilizar hasta que deje de crecer o que la curva escoliótica se encuentre estabilizada. En algunas situaciones puede seguir progresando a pesar de su uso correcto.

    El tratamiento quirúrgico de una escoliosis idiopática está indicado en curvas avanzadas o cuando no responden al tratamiento conservador.
    ¿Por qué se trata la escoliosis?
    El tratamiento de la escoliosis puede llevar varios años. Sin embargo ésta debe ser tratada por varias razones. Su tratamiento puede ayudar a prevenir complicaciones en el futuro. Las curvas espinales tienen más chance de progresar si no son tratadas cuando el paciente todavía está en crecimiento. Si no se trata los cambios físicos causados por la progresión de la curva, empeoran, haciéndose más notorios. La escoliosis generalmente no duele durante la juventud y en la adolescencia. Si ésta progresa el paciente podrá sentir dolor en la adultez.

    En casos más avanzados de escoliosis, la columna empujará las costillas hacia afuera de su posición anatómica y se reducirá el espacio donde se encuentra el corazón y los pulmones. También pueden desarrollar inflamación y artrosis de la columna. Para prevenir que ésto ocurra o que empeore, el tratamiento quirúrgico será indicado.
    La cirugía de Escoliosis
    La cirugía de Escoliosis es una operación que presenta un alto porcentaje de éxito, cuyo objetivo principal es detener la progresión de la curva escoliótica.

    El Centro de Escoliosis del Hospital Italiano (CEHIBA), creado en el año 1970, con más de 30 años de trayectoria, se dedica con exclusividad al tratamiento de las escoliosis. Actualmente se llevan a cabo en el servicio más de 40 cirugías anuales.

    La cirugía de escoliosis consiste básicamente en fusionar la columna vertebral que se encuentra comprometida por la deformidad. Generalmente ésta cirugía se realiza a través de una incisión en la espalda. Para poder fusionar la columna vertebral se extraerá hueso de la pelvis del paciente y se colocará en la columna vertebral. A su vez para obtener la corrección de la deformidad, se colocará barras de acero o titanium, ganchos, tornillos o alambres (prótesis) para sostener la columna hasta que la misma se fusione con el hueso extraído de la pelvis. La instrumentación se deja en el cuerpo inclusive una vez lograda la fusión, para evitar otra cirugía.
    El crecimiento del área de la columna comprometida en la fusión dejará de crecer. Esto no afectara drásticamente la altura del paciente, debido, a que el mayor crecimiento ocurre en los huesos de las piernas.

    La cirugía de escoliosis es una de las más largas y más complicadas en Ortopedia. Lleva varias horas en realizarla. La hospitalización es prolongada, y algunas actividades estarán restringidas por varios meses.

    Por todo esto existen complicaciones inherentes a lo anterior, sangrado, infecciones, dolor, lesiones neurológicas, artrosis y degeneraciones discales. En algunas ocasiones otra cirugía es necesaria para corregir dichos problemas.
    Si se le indica cirugía, usted deberá realizar exámenes pre-quirúrgicos que incluyen evaluación clínica, set de radiografías de columna, Resonancia Magnética de cerebro y de toda la columna vertebral, análisis de sangre, Electrocardiograma, consulta con Hemoterapia y consulta con Anestesia. Usted deberá presentar a su médico todos estos estudios y todos los otros realizados previamente que involucren a su columna, para lo cual se le dará una cita especial.